Cuando escribes para alguien…
Tus letras dibujan la esencia de tu ser, para que se haga visible en el alma de la otra persona.
Las palabras sirven de puente para que los sentimientos se deslicen y desde tu corazón, la esencia es enviada con la intensidad que lo trasmites.
Y, cuando alguien escribe para ti…
Eres acariciado sutil y profundamente por un sentimiento que se derrama en cada caracter de esas fuentes (las letras)…
Eres tocado por la mano del que escribe y el alcance de ese tacto, te invade más allá de la piel.
Cuando se escribe pensando en alguien, las fronteras no existen y los límites son sólo una referencia para quien no quiere leer…
Tranquilo que este riesgo de sumergirse en letras con sentimiento sólo ocurre…
Cuándo tú escribes y te escriben.
AC★