Los atardeceres de es este Noviembre, también son dignos de reseñar, por el espectáculo que implica la belleza de cada uno, y junto con ellos sus lecciones.
Hace unos días, o mejor dicho hace unas tardes estaba este atardecer en mi ventana y dije: ¡wow! Pero no le paré. Me creí por un momento dueña de la rutina y pretendía meter en esa misma “caja” el espectáculo de ese atardecer. Así mismo, solemos hacer con nuestra vida; la vemos como en un espejo y la tomamos como algo sin ningún sentido especial, un simple contar de días, que forma parte de nuestra “caja” de la rutina.

En esos mismos días, en varias oportunidades y por diferentes medios, me encontré con estas palabras (la foto puede que no haya quedado bien, porque la hice andando por la calle). Y en cada una de las primeras siete veces que las ví, las leí, pero al igual que con el atardecer, me hice un poco la Loca, aunque la foto la tomé la primera vez que me las topé. La vez número 8 que las ví, por esta misma vía por cierto, tuve que decir: EPA! Eso como que realmente es contigo.

“Esta es tu vida” lo mismo que me dijo el atardecer… Vístete con tu pasión, no la incluyas en la “caja” de lo que pasa desapercibido por ser simplemente normal… Porque definitivamente no lo es.
A veces queremos llamar vida al sólo hecho de respirar y de ir de un lado a otro, o en el peor de los casos a andar llenando las expectativas de la normalidad o lo cotidiano de otros… Y definitivamente eso no es vivir. Eso es simplemente ir tras el intento suicida de estar a la altura del estándar de otro, que en necesariamente no tiene porqué ser la medida exacta de quienes somos nosotros mismos.
Los atardeceres han seguido hermosos, y la vida ha ido despertando ante mis ojos con nuevos matices; con la novedad del que ama, aún sin saber si habrá amor de vuelta, pero con los colores encendidos del que siente… Como este otro atardecer:

Y algunos dirán… ¿Cuál es la magia que ves, si es la misma toma muchas veces…? Esa es una de las lecciones que me dejan estos atardeceres de Noviembre:
Somos capaces de renovarnos y encontrar nuevos matices cada día, como estos atardeceres; en los que si nos ponemos a detallar, nunca, pero nunca se repite el escenario de forma completa. Los colores no se mezclan iguales, el sol aunque es el mismo, en cada despedida es diferente y el mar aunque paciente, saca un sin fin de nuevos matices para ser parte de ese espectáculo mudo, pero que dice a gritos que cada día hay algo distinto y sobre todo extraordinario que podemos hacer o simplemente encontrar.
Un nuevo cuadro para pintar, un amor para expresar, una canción para bailar.
(Ahora aquí… Entre tu y yo…)
Igualmente pasa contigo… Algunos podrían preguntar, si eres el mismo y es el sentimiento mío el mismo de todos estos días ¿porqué seguirme maravillando? Y muchos podrán decirme que: ya lo he visto todo de ti, porque contigo quizás para ellos sea así… Pero no para mi.
Me renuevo como cada atardecer y mi amor se estrena para acercarme a tí… Y aunque a veces hallemos al sol en su esplendor y otras sólo lo gris se muestre… Tú como estos atardeceres eres un maravilloso espectáculo digno de agradecer y ser aprovechado por mi.
Esto es lo que Noviembre con sus atardeceres me ha dicho en estos días…
