Camina desnudo… ▪‼▪

(Para los que piensan que aparentar lo que no se es engaña a alguien… Y como resultado se obtiene, que el único engañado es él mismo, el de la máscara)

Las máscaras son como trajes, que no son a la medida.
A veces ajustan demasiado, otras son exageradamente grandes y hasta pesadas; y en uno de los peores casos hasta pican. 

Cualquier sensación incómoda la podemos asociar a las máscaras, como algo que no nos sienta bien, que no va en sintonía con lo que somos.  Para los que gustan del carnaval, ese es otro tema, no hablo de lo sólo que se quiere ocultar por fuera, sino de lo mas importante, denosotros mismos, de lo de adentro.

Andar el camino pretendiendo ser lo que no somos, nos mantiene con un peso en los hombros que no podemos llevar por siempre, y el temor a que descubran que hay debajo de ella, lo vuelve peor e insoportable, llegando a convertirse hasta en aterrador.

Los que sólo representan una escena, los simples actores, no disfrutan el camino, porque en el fondo saben que nada de lo andado es real, y que al final del día todo muere o se va, al levantar esa misma escenografía que por segundos regaló gloria.

Andar sin mascaras, es andar desnudos… Y quizás así sean visto con mayor facilidad nuestros defectos... Y queden al descubierto «kilos extra» de inseguridades que algunaa veces nos acompañan, «estrías» que son producto de las veces que hemos «parido» sonrisas obligadas ( o ajuro como digo yo) por complacer a alguien, y quizás quede al relieve alguna que otra «arruga» debido a alguna tristeza que arrastró nuestra alma por poco o mucho tiempo.

Sin embargo, y por lo que sea… Prefiero el camino sin máscaras, y que se levante diariamente nuestra vida con lo que somos, porque a veces eso, lo que somos internamente, supera considerablemente lo que cualquier actuación pudiera representar.  El detalle es que también a veces, tardamos en comprenderlo.

Camina liviano, descalzo, desnudo… Anda el camino!