Despegar del suelo…

(Para los que piensan quien eleva sus pensamientos al cielo es un iluso y pierde su tiempo… no hay mejor paseo que el de los sentimientos y no hay mejor sensación que despegar del suelo)

Estamos tan aferrados a todo lo que nos rodea, y veces -sobre todo- a las cosas materiales y a relaciones hasta inorgánicas (sin vida), que decimos con orgullo: «Tengo los pies bien puestos sobre la tierra»… y a eso le sigue una sonrisa, que ni quien la tiene en su rostro, es capaz de creérsela. Esa es nuestra defensa, nuestro argumento para decir que nos da miedo sentir.

He descubierto que tener los pies pegados al suelo todo el tiempo es sinónimo de no querer ir más allá, de no darle paso a los sueños, a lo que no se «paga o no se puede comprar». También es temor por ser sorprendidos por lo que no podemos controlar.

Y pensando en todo eso… Quiero darme la oportunidad de Despegar…

Despegarme de las ataduras que da el dinero, y  si bien me encanta gastarlo y todo lo que trae el poder usarlo, también estoy consciente de que sólo vivir para tenerlo es tiempo perdido, sabiendo que nada de eso podré llevarme cuando la hora de partir llegue. 

Gastarlo con la alegría del que cubre sus necesidades me resulta más placentero que gastarlo con la angustia del que solo quiere acumular más y más y en ese ínterin, ni lo disfruta.

Despegarme de los sentimientos de mentira,  y es que a veces acumulamos un sin fin se sentimientos en el depósito viejo de nuestra alma, que nos ocupa todo el espacio para sentir y disfrutar plenamente de los sentimientos reales y nuevos que podemos recibir como un regalo en nuestro camino.

No digo que sustituyamos sentimientos por otros, sino que sinceremos de alguna manera los que pensamos que tenemos.

El amor no es algo que se da por «costumbre y medio ambiente», no lo hacen las paredes de una casa, ni las idas al supermercado (aunque estas ayudan si estás en Venezuela jajajajaja), no se alimenta por buenos días o buenas noches desabridos o desteñidos por la patética rutina, no se agita con la celebración obligatoria de un día «especial» que se escribe en el calendario de la vida, porque sino se olvida. 

El amor, simplemente es… el que te permite despegar los pies del suelo y que tu corazón vaya construyendo caminos por los que quizás nunca anduvo; es el que aunque la rutina lo embargue tiene una sonrisa nueva que ofrecer cada día y con respecto a la expiración de los sentimientos mantiene una fecha futura constante, porque simplemente no se vence.  El amor es ese loco, que te hace palpitar por alguien que quizás otros no encuentran atractivo o tienen poco interés para ellos, pero para el que lo siente se constituye en el héroe más grande, la sonrisa más bonita, el camino más excitante. Está lleno de costumbres y aún así no es tradicional, lo hicieron con pies y aún así, puede volar.  Ese es el amor que mantiene lo sentimientos.  De los otros, simplemente me quiero deslastrar.

Despegarme de esas palabras que me hicieron sentir que no valía nada y que me tuvieron un tiempo, ni siquiera pegada al suelo, sino enterrada bajo de él.  Despegarme de las ausencias que han dolido al máximo y dejaron huellas de dolor profundo. Despegarme de la vanidad que he acumulado al igual que los títulos, porque a pesar de que ellos son buenos, quizás lo que produjeron en mí, no fue tanto.  Despegarme de las cargas pesadas que halan hacia abajo o hacia atrás, y te hacen sentir que nunca avanzarás o que no podrás seguir si dejas atrás «esto, este o aquello«.
Despegarme hasta de las viejas sonrisas, porque simplemente ellas ya se fueron, las páginas escritas ya son pasado y recordarlo en el corazón es bueno, pero querer quedarme allí me mantendría pegada al suelo de un desierto viejo.
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Despegar con las alas del corazón
A veces puede darnos algo de temor
Pero nada como dejar que el amor
Nos permita elevarnos con su pasión.

Despegando..!♥