Julio ha sido cómo llegó… Simplemente Intenso.
Cuando Junio se fue, entré torbellino y un mar de emociones para mí, pensé que ya luego todo entraría en la acostumbrada calma cotidiana o mejor dicho, en mi rutinaria calma de todos los días. Para bien o para mal, no ha sido así… Tengo un montón de cosas agitándose en mi interior, que a veces simplemente siento que me sobre pasan, tanto que he tenido que tomármelo con calma hasta cuando de venir a este rincón se trata, para que todo esté donde simplemente tiene que estar (no hay problema, yo me entiendo).
Y yo ahí… “Domando” mis pensamientos, porque los sentimientos son insurrectos e indomables, y ya me han dado muestra de independencia una y otra vez, así que no insisto más en la vana utopía de querer amordazarlos, amarrarlos o simplemente silenciarlos (a los sentimientos); aunque humanamente en algún momento hasta inconsciente lo intenté .
Yo, como este mes traté de quedarme en la quietud de ver pasar los días… Estos que para muchos en el mundo se conocen como “verano”, es aquí un tiempo intermitente de lluvias locas que van y vienen a su antojo, sin que la precaución del paraguas alcance y los drenajes de las calles sean suficiente para evitar que nos ahoguemos (pero ese es detalle de otra reflexión). Creo que en mí, igual han sido los torrentes de lo que siento, para lo cual, cualquier precaución resulta insuficiente y a diferencia de los drenajes, si es motivo de mi lección por aquí .
Ha sido relevante para mí, que en medio de estos atardeceres lluviosos y algo anodinos, por la costumbre de ver todo en tonos grises…
En la vana resignación de no ver colores y en el letargo de decir:
-“bueno ¿para qué atreverme más? Si gris es un color, vivamos con ese y ya…” Una vez más un atardecer de estos me sacudió. Yo viendo ese gris, y escribiendo como estoy ahora, y de pronto,el atardecer…¡Se atrevió!😳
Fue pasando ante mis ojos como diciendo:
“¡Nunca dejes de atreverte, simplemente enciende!”
Yo ví los colores y entre un ¡wow!
Simplemente me dieron ganas de llorar…
Si el atardecer pudiera acumular edad… Diríamos que cuando se va, tienes más de 200 años, por tanto está muy viejo para estas cosas de estarse encendiendo, sin embargo aún en su lecho de muerte o despedida, me enseñó que no es así.
La lección final fue:
❣Mira más hacia arriba y será más bella tu vida.
❣No temas demostrar lo que sientes, porque sino, la vida se pierde.
❣Aunque no hubiese color, aún te quedará amor.
Y luego de esto… De que que el atardecer se marchó y llegó la noche, mis pensamientos volvieron a soltarse de las amarras de la camisa de fuerza del simple control... Y aunque no fue inmediato, me he atrevido a visitar el rincón de la sonrisa y el color, sin dejar que el temor me impida que esto me encienda. Como el atardecer, entendí que nunca es tarde si lo que se siente, es cierto.
Y los días sucesivos… Han sido realmente de atardeceres y noches dignas de observar y disfrutar, aún con lluvia torrencial cayendo de pronto. Hasta la luna a venido con toda su magia y esplendor a confirmar lo que “Atardecer” a dicho:
“El que no se atreve a vivir, ya ha comenzado a morir”.❤️