Caminar por el desierto puede lastimarnos, sofocarnos y hasta matarnos… Pero si hay algo que no debemos olvidar es que a pesar de ser “Desierto” cada uno tiene su oasis.
Solo tenemos que decidirnos a encontrarlo.
En lugar de desgastarnos quejándonos por la aridez del desierto, animémonos pensando, buscando y encontrando ese mágico refugio que es su oasis.
Vamos..!
Que precioso lo has expresado, pues a buscar se ha dicho jeje.
Gracias amiga
Tus reflexiones son excelentes.
Besitos
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Siiii y a no perderse ninguno de esos oasis.
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Como bien sabes, cuando vamos por el desierto a veces creemos ver un oasis, pero solo es un espejismo. Cuesta trabajo encontrarlos, pero están ahí. Feliz viernes.
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Hay que tener buen ojo para diferenciar unos de otros. Los espejismos son peligrosos, los oasis precisó dos.
Un abrazo.
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Estaremos ojo avisor para no confundir. Gracias.
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Atentos!
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¡Eso! a no decaer.
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Gracias por el enlace!
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