Este día de Octubre, al disponerme a salir bien temprano cumplir con las tareas programadas en la vida cotidiana, el hecho de observar a mi alrededor me hizo pensar un poco sobre que:
Andar por la vida es como andar en el tráfico…
Mientras tomaba una de las vías principales para dirigirme a donde iba, vi que se formó una cola inusual. En mi ciudad hay colas por todos lados, sin embargo hasta las 6:15 am (más o menos) el tráfico fluye mejor ya que a los semáforos que circundan mi casa los colocan en verde para los que siguen recto y los encargados del tránsito, desvían los vehículos que deben cruzar en intersecciones, por tanto el que va derecho, tiene «cancha libre». Pero igual hoy había una pequeña tranca. Inquieta o algo incomoda más bien, me preguntaba: – ¿Bueno, y que pasará ahora? Al pasar unos minutos y avanzar en la lentitud de la cola, me di cuenta que todo el retraso en el tráfico se debía a una camioneta que se había averiado en medio de la avenida. Dos de sus ocupantes se bajaron a empujar mientras que uno, el conductor, un señor mayor (de paso) se mantenía al volante.
Ese simple hecho, ocasionó que los carros que venían detrás empezarán a tomar medidas temeraria lanzándose al canal de al lado, sin pensarlo dos veces. Aquí es así, los conductores se manejan entre ellos con la filosofía del más fuerte o del más «vivo» que al final es el que «más » inconvenientes produce en todo, no sólo en el tráfico. Estuve tentada a tomar una fotografía del carro dañado y las personas empujando, pero en honor a su privacidad y tal como están las cosas en mi país, mejor me abstuve (pero ganas no me faltaron).

Continué y una vez pasada esa brecha, todo fluyó mejor. Hice la segunda parada del día y al continuar se formó otra cola, esta vez en una avenida más amplia y transitada, pero en condiciones peores (de esto prefiero no dar detalle, porque es triste y no es el punto de esta entrada). Al llegar al lugar del conflicto, me di cuenta que había ocurrido un <choque>, un vehículo no alcanzó a frenar y ¡Zuas..! Le dio un golpe por detrás al que iba delante en la cola. Dicho sea de paso, la vía está en proceso de repavimentanción, por tanto le han sacado algunas capas, quedando sus «huesos» como haciendo interferencia en el tráfico normal, ya que si se pasa por sobre ella a una velocidad normal, el carro no lo resistirá por mucho tiempo.

Seguí de largo, y en mi mente se fue construyendo una idea con las dos escenas en las que tuve la oportunidad de observar con calma (por las colas) y relativamente de cerca. Todo esto ocurrió antes de las 7:00 am de hoy.
Retorné en sentido contrario y ya si me tocó una larga cola, de las normales… del tráfico que se pone pesado al llenarse la vía de las personas que para asistir a sus trabajos y llegar a los diferentes centros educativos se trasladan, produciendo un movimiento grande en todo lo que llamamos zona metropolitana Barcelona-Lecheria-Puerto la Cruz- Guanta. Y ahí estaba yo, en el tráfico infernal, pero con los sentidos despiertos para completar o mejor dicho, construir mi lección del día.
Continue y todo parecía «normal», no queriendo decir con esto que todo esté bien. El panorama es el siguiente en el tráfico diario: nadie le da paso a nadie, las personas no usan El Paso peatonal, los carros estacionan donde no deben. Padres dejando a niños en la escuela para ser «educados» sin embargo ellos estacionan sus vehículos en lugares prohibidos para hacerlo y de complemento emiten palabrotas o groserías ante sus pequeños, porque alguien no les deja pasar, aunque vengan en sentido contrario a la flecha.

En fin, esto me confirma, que el tráfico en el que nos desenvolvemos es un reflejo de cómo está realmente nuestra vida, en general, como sociedad o persona individual….
🚫A veces nos atascamos en la vida, y es que algo se echó a perder y aunque no lo tenemos claro, no conseguimos arrancar… puede ser algo grave o no, pero hay momentos que hasta una «tontería» nos paraliza y lo peor (y que no vemos) es que nuestra actitud impacta todo lo que nos rodea, creando «colas» de desagrado en las personas cercanas.
Claro, también puede ocurrir lo contrario… que así como vamos agradablemente en el vehículo, con la temperatura adecuada y una música que te nos hace cantar como nuestro artista favorito (a «todo pulmón»), también puede ocurrir con la vida; y son esos días cuando nos acordamos de regalar un «buenos días» con su respectiva sonrisa a todo aquel que encontramos en nuestro día lleno de luz. Aunque generalmente el día a día, es más como una vía con tráfico apretado… ¿o no? Jajajaja
🚫Otras veces es aún muy temprano, sin que ni siquiera el sol haya «despuntado» y que nosotros ya contemos en nuestro inventario emocional con un «choque» precisamente con el que teníamos más cerca… pudiendo ser hasta el que duerme a nuestro lado, lo que t enojaría de transformar el «sueño» de la noche anterior en «pesadilla». Y así, tal como tenían el rostro de desconsuelo y rabia los señores que vi temprano, con las abolladuras en sus carros, así nos pasa cuando la marea se levanta muy temprano creando tormentas emocionales que no esperábamos (o quizás si, pero la disimulábamos). En esos casos y cuando es muy recurrente, en lugar de llamar a «tránsito » para que levante el choque, hay quien termina llamando un abogado para acabar con la tortura…. por supuesto no en todos los casos.
Lo cierto es que cuando llegué a la oficina donde iba, me fue imposible estacionarme, y eso que tengo un puesto «reservado» pero que nadie respeta, el público que acude al gimnasio de al lado, tienen por certeza que la prioridad es el cuerpo, así que los puestos que no sean para ese fin, están literalmente «tumbados». Me tarde más de una hora esperando que saliera alguno y me fue imposible, así que termine aparcando en el estacionamiento de una clínica cercana; tuve que caminar bastante, pero al final tenía que llegar a donde iba.
Cuando caminaba del estacionamiento hasta la oficina pensaba que también así nos ocurre en la vida… a veces esperamos y esperamos para «estacionarnos» en la vida de alguien, porque en definitiva es para allá, a donde queremos ir, pero (que parece que nunca falta algún pero) no conseguimos que nos dejen entrar, simplemente te quedas dando vueltas y vueltas y no hay lugar para nosotros; así que resignados…😟 tenemos que conformarnos con pararnos en otro lugar… en otra vida. Creo que de todo el recorrido en el tráfico, esto último me dejó con sabor a tristeza en el alma.

🚙🚚🚜🏍🚍🚘🚎🚖
El tránsito como la vida,
Trae consigo intersecciones
En las que dia tras dia
Tomamos las decisiones.
Seguir o atascarnos,
Continuar o quedarnos
Son continuas las opciones
Para seguir avanzando.
Yo sigo esperando aquí
Para estacionarme alli
No es tan cerca, pero ahi
Voy a llegar hasta ti.
Las horas siguen pasando
Entre colas y hasta choques
Hay quien llegará bailando
Y hay quien no nos conoce.
Toco la bocina, para que me veas
No te hagas el loco anda tu, ¡voltea!
Vamos en la vía… espero encontrarte.🚗