Está ha sido una madrugada mágica!
Desde cualquier punto en mi cocina, Luna me veía… o más bien… yo le veía a ella.
¡Quería contarme algo, le ví emocionada! Así que me acerque un poco más.
-Hola amiga, estás muy bella -le dije-.
Y ella contestó: -¿Tanto se me ve? Es que… me arreglé, tengo una cita… ya sabes. Y en su cara se veía el amor que le movía a decirme esas palabras.
-¡Que maravilla! Estar tan emocionada por encontrarte con alguien, es… simplemente algo genial. Dije estas palabras para calmarla un poco, porque veía que estaba nerviosa. Creo que de tener manos, a Luna le habrían sudado.
-Ya sabes, es normalmente imposible que él y yo nos veamos, pero hoy hemos querido una vez más, desafiar lo imposible y encontrarnos.
-Claro, claro… y los aplaudo. Ojalá todos fuéramos tan osados, pensé mientras seguía con mis quehaceres diarios de mi rutina de madrugada.
Por unos escasos minutos me distraje entre cafés humeantes, masa sobre un budare y escuchar algo que me recordaba el plan de hoy.
Al voltear nuevamente a verla… simplemente me quedé pasmada. Luna se había “encendido”
Volví a acercarme y le pregunté: -¿Qué ocurre, porqué tanto rubor? ¿Te has maquillado?
-Shhhh, dijo ella. – No lo digas muy alto, y no, no es maquillaje… es mi rubor natural. -Es la emoción de que lo voy a ver.
Una cosa es que yo lo diga, y otra cosa es el poder verla así… roja como de fuego, con el color en el rostro. Me hizo recordar mis post de ayer acerca de que : ¡Si tienes fuego, pues enciende! Ella simplemente lo hizo. ¡Que lección me dejas Luna!
Cuando nos encontramos con quien es dueño de nuestros sentimientos… sin más, nos encendemos. ¡Simple! Pero lo más profundo que pueda pasar…
Me fui por el otro lado a buscar al Sol, y por supuesto no lo encontré. El simplemente se estaba encontrando con ella… era su momento.
Las montañas decían:- ¡Sol te esperamos!
Y en su lugar el cielo mismo, cómplice de esta historia envío pinceladas hermosas que no hicieran sentir tan notoria la ausencia de Sol, al estar encontrándose con su amor.
Con una sonrisa callada, volví a mi cocina. Ya Luna no se veía… ni su amante, tampoco. Brinde por ellos.
Minutos más tarde, la realidad tocó a la puerta de la pasión, y cada uno volvió a su lugar. Luna sumergida en el mar ya solo dejaba un claro panaorama en el horizonte.
Y el Sol tan satisfecho y complacido como ningún otro podía estar, empezó a dejarse notar.
Definitivamente, el AMOR de estos dos, me conmueve… y me lleva a pensar una vez más que:
Quien ama… busca los medios para entregar lo que siente y sobre todo no se hace indiferente.
Y el día despuntó, como si nada (aparentemente).
Agradezco el haber sido testigo de una lección de amor.
La vida en 24 horas plasmada en tus hermosas fotografías. Buen fin de semana.
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Que bello todoooo incluyendo tus fotografías siii! Un abrazo
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Gracias querido Carlos. La verdad es que hoy empezó todo bello… el Amor de esos dos, me conmueve.
Abrazote
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Gracias! Por tu comentario.
Este día empezó con magia especial.
Creo que mi respuesta anterior se pego a tu comentario por error, pero igual es válida para agradecerte a ti, por estar aquí.
Un abrazote.
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Dias como estos son preciosos. Gracias por compartirlo.
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No puede un relato ser más bonito. Gracias por compartir tus pensamientos Awilda. Mereces un día perfecto. Un beso.
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Siempre un placer querido Carlos.
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¡Que bello! Abrazo y buen fin de semana.
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Gracias Marta. Feliz finde también para ti
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