Cuando nos interrumpen el instante… Julio aquí estamos tu yo 

Inicio la reseña de este día, con esta foto tomada en este instante… (y vino la primera interrupción)


Un cielo que se despliega, simplemente para mí placer. Quizás suene egoísta esta expresión, pero no puedo decirlo de otra forma… el está posando para mí y yo simplemente me lo disfruto.

Esta tarde (la de ayer) llovió muchísimo, y cada vez que eso ocurre, yo volteó hacia arriba y pregunto:

—¿Cuál es el dolor que te aqueja, Cielo?

Y aunque no consigo respuestas audibles (claro, a veces hay truenos que responden) a mi mente vienen muchas cosas.

—¿Por qué llueve? -me pregunto- cómo queriendo ser partícipe de los secretos de allá arriba.

Lo asocio con las lágrimas que uno también derrama, esas que muchas veces nos liberan de un peso y nos permiten seguir viviendo luego.

Creo que este atardecer fue así…


Después del desahogo de la lluvia, la convulsión de los truenos y el susto que a veces me provocan los relámpagos, el escenario se desplegó de forma magistral, para pintar con los más bellos colores la apariencia del firmamento.



Así puede ocurrirnos a nosotros mismos.  A veces hay quien nos hostiga u oprime tanto que nos vamos cargando como las nubes, nuestra apariencia se vuelve gris y sombría… hasta que un día, sin querer (o queriendo) simplemente, estallamos en llanto.

Alguna vez alguien te ha preguntado ¿porque lloras? Porque aparentemente no hay razón para hacerlo.. yo se como es, he estado allí. Y llegó otra interrupción que no permitió subir esta entrada en tiempo real …🙄 unas veces le gano a quien acaba con la inspiración, otras simplemente soy vencida (creo que eso acumula en mi, muchas veces el llanto)

Quizás entonces ocurre en mi lo mismo que  en el cielo cuando ameniza lluvia y solo vemos que  oscuro y cambian los colores, pero no cae; al menos no cuando o donde pensamos.  Se quedó entonces, el post sin poder ser enviado ayer. Hay interrupciones… de interrupciones. 😖


🌞☁️🌞☁️🌞☁️🌞☁️

Y amaneció….

Podría solo desechar lo de ayer, y enfocarme en este amanecer que acaba de ocurrir ahora, de este lado de la vida nuevamente… pero creo que es digno de venir incluido aquí, lo que me dejó también el atardecer de ayer, ya que él no fue responsable de la interrupción.  Sus colores, su  luz, su lección merecen mi reconocimiento, tanto como lo que trae   esta mañana donde la  claridad entró desde muy temprano.


Hoy me ocurre  algo curioso… porque palabras escuchadas hace tan solo unos minutos, me hacen reflexionar acerca de que tanto permiso nos damos para realmente vivir.

Si alguien te dice: —Hoy puedes hacer lo que más te guste (tácitamente porque yo te lo permito) ¿Cuál es el mensaje? Que efectivamente nuestra vida está atada de cadenas que otro mueve y aprieta a su antojo. Esto suena bien como privilegio, pero detrás de ello, puede haber una realidad triste que te subyugue.

Agradezco este día, por permitirme ver que nunca es tarde para despertar.  

Que a pesar de que el tiempo ha pasado (y bastante en el caso mío) no tengo porque esperar a que otro «me conceda» el favor de dejarme ser quien soy. 

Definitivamente el ser humano es especialmente seducido por el poder… poder para controlar a otro, someter a otro, dominar a otro.  Y lo peor o quizás lo mejor, es que hay quien lo asume como parte de su vida común, el ser posesiones de otro. Ufff cuanta arrogancia.

Y luego criticamos los sistemas de gobierno…🙄 pero es que las ganas de dominar y creernos dueño de la vida de alguien más las tráenos solapadas en nuestras relaciones más básicas, a veces disfrazadas de deberes y hasta con etiquetas de amor que no se pegan.

Confieso que eso no era lo que pensaba cuando este día amaneció, antes de escuchar lo que escuché, y a pesar de que el canto de los pájaros es un sonido mucho más placentero a mis oídos (y aún los escucho en este preciso instante) no podía hacerme la desentendida ante esa lección que acaba de aprender mi alma.


Agradecida por mi lección tempranera me presento ante este día, el cual no puedo fotografiar como quisiera, porque la presencia de cuerpos de seguridad por allá abajo, no me dejan desplegar mi cámara de forma acostumbrada. Para evitar que crean que les estoy haciendo selfies a ellos y no contemplando lo que realmente merece admiración, va esta toma desde aquí.

Hay situaciones que pueden sesgar nuestras libertades y eso es aceptable, materialmente hablando… lo que no podemos permitir ninguno de los que nos dispongamos a disfrutar de esto que llamamos vida, es que haya quien te secuestre las ganas de hacer cada día lo que realmente quieres. 

El permiso para VIVIR tenemos que dárnoslos nosotros mismos, no esperar que el otro nos lo conceda.   Los que realmente están en nuestra vida por amor, disfrutan de eso, los demás… pues solo deberían ser eso, lo que está demás.

Cielo, yo te disfruto y eso nadie me lo pueden confiscar. Es la libertad que me da lo que siento, lo entienda el mundo o quizás también no.😊

Julio, superamos las interrupciones y seguimos. Va la foto de este instante… que no me dejo ya arrebatar; voy aprendiendo!

3 comentarios en “Cuando nos interrumpen el instante… Julio aquí estamos tu yo 

  1. Y cuándo la gente a la que amas ha desaparecido. Cuando no llega nadie más ocupa su lugar y vives de momentos prestados por desconocidos o muevos conocidos que necesariamete han de partir…
    Cuando las lágrimas caen por los recuerdos y las personas amadas, ambos muertos, algunos en vida; por un mundo equivocado, el que no parecemos cambiar, aquél en el que la mayoría busca tener el control por uno u otro medio.
    Cuándo…

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    1. Cuando el día vuelve a nacer y nos recuerda que las interrupciones son válidas, pero el amor siempre queda.
      Cuando lo que queda i concluso es el amor que no dimos, el beso al que no nos atrevimos, la palabra que no dijimos…
      Por eso querido amigo, hay que vivir con intensidad, aprovechando cada segundo para expresarnos, para no suspirar por momentos ya pasados y no esperar por sentimiento prestado.
      Esta es tu oportunidad, y aún cuando la interrumpan puedes volverla a tomar.
      Un abrazote

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