Algunas veces en nuestra vida, solo queremos llorar…
Ya sea por lo que sentimos… que trae un sinfín de remolinos en nuestra alma,
Por todo eso que quisiéramos que sea, pero que simplemente no tenemos rango de acción, no depende exclusivamente de nosotros; solo podemos influir … esperar y posiblemente no se de
Por aquel o aquello que ya no podemos ver, aunque nos inclinemos en el filo del horizonte… no está a nuestra vista o simplemente no se deja ver por su propia decisión…
Sin mucha justificación, sin tanto rodeo… solo a veces podemos llorar. Es válido, es permitido, somos humanos y sobre todo sentimos. Esa soy yo… pensando en ti.
Yo nunca había sido de llorar pero ahora, a mis casi setenta, no paro, cualquier cosa me hace llorar. Sentimiento, nostalgia, dolor ajeno … llorar es magnífico y yo nunca lo supe hacer tan bien como ahora … ahora sé por que lloro … y quiero llorar.
Magnífico, breve y muy sentido post, amiga Awilda. Gracias.
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Definitivamente eres de los míos, querido Enrique. Yo también lloro… porque es imposible sentir tanto y no hacerlo. Si no supiera de lagrimas, no conociera la sonrisa.
Un abrazo inmenso!
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