Los grises bellos de este día, me recuerdan que la belleza tiene que ver más con los ojos con que realmente miramos, que lo que no.
La belleza, o la fealdad; dependiendo la perspectiva que le demos, seguirá estando en su lugar, aunque nos empeñemos en ignorarla.
De los días que se van y no estuviste
De los grises que dibujan la tristeza
De lo que no se olvida aunque se quiera
De lo que sigue estando aunque no se vea
De los atardeceres de Septiembre, que yo veo.
Un día que ya se fue.