Evadir es un arma que todos usamos en algún momento…
Por tanto eso nos lleva a estar conscientes, de que por disimularlo o entrar en la negación de que no ocurre, lo que ocurre no se va.
Eso no elimina el dolor.
Dejarlo todo para que el tiempo lo resuelva o el olvido lo cure, es una herramienta que nos ayuda a evadir, pero no a sanar.
Despertar ante lo que nos ocurre y trabajarlo desde adentro, puede ubicarnos en el dolor por algún tiempo, pero no nos dejará ahí para siempre.
Quien no se da el permiso de asumir lo que ocurre, se niega la oportunidad de resolver en algún momento como quiere pasar el resto de sus días.
Las ventanas que quedan abiertas, impiden el correcto uso de la puerta para la salida.
Una realidad que nos afecta a todos en circunstancias de la vida. Cuando una solución no esta en nuestras manos entonces debemos aprender a confiar en Dios. Es difícil pero es lo mejor. Pues la carga emocional es demasiado pesada.
Un abrazo mi niña.
Besitoss
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Es cierto lo que dices, no por evadirse de los problemas estos dejan de estar. Es el refrán ese de “no hay peor ciego” que el que no desea ver”. Buena máxima la que expones hoy. Feliz semana y un abrazo fuerte.
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Ciertamente es así Paz, por cerrar los,ojos no significa que desaparezca lo que tenemos al frente. Pero los ciegos por elección, abundan!
Ten una buena semana, amiga.
Un abrazote.
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