¿Alguna vez has “machacado ” ajo?
Producto de las recientes fechas decembrinas y lo que comemos por estos lados del mundo, tuve que machacar unos cuantos ajos.
Mientras lo hacia y apreciaba el olor que botaban, pensaba:
—¿Porqué es que hay que hacer esto?
—¿Porqué no echarlo de una vez así, entero?
Claro, sería más fácil para el que le toca cocinar no tener que pelar ni triturar. Sin embargo, todo tiene su motivo.
Cuando se aprieta, machaca o tritura se obtiene todo su sabor, su esencia, lo que es. La comida queda con muchos sabores, no solo de ajo sino del resto de lo que se procese, justamente, en la medida que se “procese“.
Entonces no me quedo más que pensar y preguntarme:
—¿Que nos ocurre cuando somos puestos en el mortero? Cuando nos aprietan, machacan o trituran ¿Que es lo que botamos?
Por supuesto, cuando nos duele decimos: —Ayyyy! o expresamos nuestro dolor de alguna manera. Pero más allá del dolor, ¿de que estamos hechos?
Nuestra esencia también es exprimida en algún momento, ya sea por eso que consiguen sacarnos lo mejor que tenemos dentro, así como también los que ponen a relieve esos monstruos que conviven en nuestro interior.
¿Si estuvieras preparando un plato y tú fueras un ingrediente… si fueras triturado, que sabor le darías?
💭😳
Inevitable, el de la leche agria. Un besazo.
Me gustaMe gusta
El sabor del amor, y muchas veces dolor.
Preciosa entrada mi niña.
Una reflexión excelente.
Me encanta.
Un abrazo y un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias mi querida Esperanza.
Si, eso podemos dejar salir ya sea en un momento u otro.
Aquí un dulce abrazo para ti.
Me gustaLe gusta a 1 persona