Cuando sólo el cielo es testigo, nos abrimos a brillar, sin temer nada.
No mira más nadie, estoy aquí sola, puedo estirarme.
Pétalos tan rojos como la sangre que me arropa, siento y nadie puede callarme.
El es mi testigo, no señala, no condena, me acompaña.
Abro yo mis brazos de colores, uno a uno y simplemente le muestro mí esencia.
#LoQueMeDiceUnaFlor