Por razones diversas, a veces estamos desubicados.
Nuestras equilibrio se pierde fácilmente, sentimos que el precipicio es una opción bastante posible o que cualquier movimiento por pequeño que sea nos puede hacer caer al vacío.
Es el momento de preguntarnos 👀 ¿qué hacemos ahí?👀
Coquetear con la gravedad, sin tener alas es un riesgo que debe asumirse con claridad en sus consecuencias.
Si estamos al borde de la caída con frecuencia, es muy probable que al fin lo consigamos, pero eso no debe ocurrir necesariamente para reconocer al fin, que estábamos en el lugar equivocado.
Lo que no se sembró en una base sólida, siempre será inestable. Condenarse a eso es un absurdo. Date el permiso de pisar firme y libre de la angustia de la caída .
Creo que cada jornada deberíamos proponer una buena reforma. Un beso.
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Una buena reforma siempre es necesaria.
Abrazote
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