Lunes de Septiembre que arranca, con los colores que ha dejado la lluvia. Noches de agua, que empapan los sueños , convirtiéndolos en lugares donde podemos ahogarnos.
Orillas perdidas, que el agua ha inundado, olvidando los límites, permitiendo aunque sea por poco tiempo, tocar lo intocable, acudir lo que está quieto y saca a flote lo escondido.
Día 23, de un Septiembre que avanza hacia su despedida, con brazos largos que abrazan los recuerdos que deja.