Cuando amanece el día decide saltar de la cama, los sueños acaban para ser llevados a cabo y las pesadillas… las pesadillas ahí mueren.
La luz se cierne sobre las montañas como dando un saludo con palmada en su espalda, suave, calentito para que no despierten “a la brava” y sonrían.
Y Luna que estuvo media tapada en la madrugada, que su cara estaba cubierta por penas y vergüenzas prestadas, decide irse a dormir a pierna suelta.
Porque nadie puede llevar las cargas de otro todo el tiempo, y cada quien necesita sus propias historias, barrancos y desengaños.
El día se encarga entonces de escribir sus frases nuevas, limpiando el lienzo de cielo con su brazo, dejando algo de rastro allí, y también en su cuerpo.
Pero entonces existe espacio para hacerlo, es posible llenar de letras el cuaderno, escribir sobre las nubes, esas que también puede tener nuevos sueños.
Y hay escaleras que conducen hacia arriba, pero por esas mismas no olvidemos que descendemos, por eso darnos el permiso de mirar es bueno, pero bajar a ojos cerrados es cosa de gigantes, de maestros.
Que vamos corriendo en busca de algo que dura poco, pero mientras lo hacemos el corazón corre a millón, corre ligero; y disfrutar los minutos que dure es un regalo, que nada hicimos para poseerlo.
Entonces las vida con sus huecos y picos, nos muestra la oportunidad para alumbrar y no dejar de iluminar mientras aquí estemos.
Porque nadie sabe mirar al cielo, si no estuvo antes tocando por un rato el duro suelo, llorando quizás por estar en lo profundo, sintiéndose casi muerto.
♾ Hoy es una nueva oportunidad para saltar con el día de la cama, agradecer por el solo hecho de estar vivos, ver secar esa lagrima en nuestros ojos por aquel que queremos y no tenemos, pero darnos cuenta que podemos sonreír por todo lo que por regalo si es nuestro. Que hay algo más que caprichos y placeres, que el sentido de la vida es mucho más profundo y sencillo que eso; es tomar la mano de alguien que lo necesite y saber que en algún momento podemos sostenerle, que nos olvidaremos un poco de nosotros mismos para ir por alguien más y alzar el vuelo, entonces el cielo no será sólo el lugar para los sueños, sino un espacio donde es maravilloso poder hacerlos. Que a veces solo se trata de querer a alguien más y estar atentos.♾
Noviembre 10, 7:28 am
Magnífica descripción del paso de los días, la noche con sus oscuras sombras, las mañanas con frescos pensamientos…
Y mientras, esas escaleras que podemos tomar en la dirección que queramos.
Bravo mi querida Awilda!!
Y no me olvido de las imágenes, son otra maravilla!!
Un fuerte abrazo🌹💝
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Que buenas tus palabras querida Yvonne. Más que bonitas, buenas. Porque me trasmiten que realmente lees lo que escribo y disfrutas de las fotos que subo (pocas por el espacio limitado que tengo en WordPress).
Mi agradecimiento hacia ti es desde el corazón; porque más que u. “Like” o estadísticas de WP, es muy bueno saber que llegamos a alguna vida, alguna mente, alguna parte.
Eres de mis destinatarios favoritos.
Unas vez más, gracias por tus buenas palabras.
Un abrazote.
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Gracias Awilda, es muy bonito lo que me dices.
Me gusta detenerme en tu espacio, degustar tus letras y asimilar tu sensibilidad.
Eres bella.
Un abrazo. 🌹💝🙋🏼♀️
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Gracias a ti, por ser parte del sentido que le he conseguido a esto de perder el miedo y expresar lo que siento y pienso.
Un abrazote
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😘🙋🏼♀️💝🌹
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Sonreír por todo lo que por regalo Sí es nuestro…saber mirar al cielo…Que me encanta leerte. Que me encanta tu positividad, energía y lo que personalmente me transmites en tus letras…
Disfrutemos de las sombras y sepamos agradecer la luz de los días…un abrazo preciosa!!
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Así es mi “Seren” hay que disfrutar tantos nuestras sombras como la luz. Porque se ambas tenemos.
Un abrazote
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¡Cuantas noches preceden a una mañana esplendorosa! Bendita luz que borras la angustia y eliminas en temor. Un besazo.
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