Escribir… sólo escribir

Escribir…

Es un alma garabateada en letras, que simplemente se derrama.

Una historia que marcada en el corazón decide tatuarse en papel.

Un «te quiero» o un «te odio» por decir, confirmando que sentimos.

Páginas de se llenan de la experiencia de la vida.

Sobre en compañía que otro abre para sentirse apreciado y cercano.

Nervios al relieve en un lápiz que tiembla o una tecla equivocada.

Palabras que un ser grita y que logra canalizar sobre una hoja

Sencillez vestida de palabras, locura con signos de puntuación.

Puerta que se deja abierta a lo que somos, alguien que entra y lee.

Dedos en forma de oraciones que cuentan y tocan cual caricia o puñal.

Camino equivocado para el reconocimiento y acertado para la soledad.

Lágrimas que manchan una hoja, risa que borra y queda arrugada.

Rimas que adornan un verso, prosa que se manifiesta cruda y viva.

Relatos que hablan lo que hay dentro, párrafos que dicen mucho.

Personajes que somos o no nosotros, imaginación real que no para.

Pensamientos que recorren un teclado, que puede ir más rápido que el viento.

Visita de caracteres, compañía de vocales y consonantes, mensaje.

Buzones físicos o digitales llenos, palabras que viajan sin distancia.

Amor manifiesto en palabras, que pueden oírse aún en la ausencia.

La ruta de la comunicación que no cesa, doble vía y sin paradas.

Bandera que levantan los que piensan y dejan registro de ello con sus riesgos.

Sin buscar fama, llegar al mundo y ser recordado en una sola palabra.

Vacío y pérdida de tiempo para el que no lo entiende, luz para el que lo necesita.

Hobby recurrente del que no vive entre las letras, respiro para quien escribe cómo vida.

Plumillas, lápiz , tecla, hoja, dedo, suelo, todo válido, para expresarse.

Día, noche, horas, tiempo perfecto; baile entre dedos y palabras.

Imprenta, folios, editores, buenos si llegan, sino fiesta para el que lea.

Sentimiento que empujan, palabras que no se detienen, aterrizaje, hoja.

Más allá de nosotros mismos, huella que queda en nuestra propia historia.

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Escribir, es un arte del alma, no tiene que ver con estadísticas, likes, ni entradas vistas; no es una receta obligada para un mundo que quisiéramos hacer a nuestra forma, ni un compendio de letras repetidas y gastadas que no dicen nada más que el vacío de alguien que no cree lo que expresa.

Escribir es derramar lo que somos en cada letra, sin importar que tan grande sea el río que construyan nuestras gotas. Dejar que el cauce nos lleve y ser fiel a lo dicho.

Escribir es ser responsables de nuestra afirmaciones o negaciones, de nuestros conflictos y palabras con aciertos; no el intento de llenar folios con caracteres para no tener un cuaderno vacío.

Escribir no es buscar fama a la ciega, porque hay quien la tiene y no escribe; no es buscar ser necesario para el que lee, ya que él tiene derecho a que en algún momento ya no le importes.

Escribir es una llama que no se apaga mientras estemos vivos, y quizás sea una hoguera fuerte o hasta un incendio luego de que ya no estemos, porque es más que lo que nos empeñamos en sólo aparentar.

Escribir es un gran encuentro con nosotros mismos y los que no rodean, atravesando a campo traviesa el teclado o la hoja que se rinde a nuestro paso y nos da la oportunidad de experimentar la verdad que hablan esa mismas letras que escribimos.

Escribir es tener que quedarnos solos muchas veces, lejos de la fiesta de la bulla, hacerlo en los lugares más incómodos o inesperados porque ya hay demasiadas palabras dentro que necesitan salir y es su tiempo, nosotros el instrumento.

Escribir va mucho más allá de lo que a veces podemos de forma simple entender. Es la vida, viva en forma de palabras, necesitando ser leída de primero y principalmente por nuestros propios ojos.

#LetrasQueLleganYNoSeCallan

4 comentarios en “Escribir… sólo escribir

    1. Escribir para contar mentiras… también es posible e igualmente esas letras en algún momento lastimarán a alguien o a nosotros mismos. Como digo en el texto quizás dedos que acaricien o den puñaladas.
      La escritura alcanza para eso y más. Reflejo de la vida que tenemos dentro, lo que dejamos ver fuera. Espejo de letras de nosotros mismos, aunque a veces la hoja esté en blanco.
      Escribir nos pone en evidencia tarde o temprano.
      Abrazote querido amigo.

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