Marzo en su segundo día…

Este es un mes como de transición. Los árboles reverdecen de alguna manera y las plantas hechas brotes nuevos, aún siendo podadas a su tiempo. El tercer mes ya ha llegado, y la pregunta es ¿por donde van nuestros planes?

El inicio de lo que será en primavera…

¿Qué ha ocurrido desde que hicimos los compromisos sobre “esto y aquello” para este 2020?

Es tan fácil hacer compromisos emocionales, para luego romperlos u olvidarlos, que este Marzo puede ser un buen termómetro para medir ¿cómo vamos?

Cumplir con promesas fuera del ser, es mucho más fáciles que atender esas que tienen que ver con nuestro yo, y loque somos.

Es mucho más fácil cambiar una ventana de una casa, que tener que reestructurar sus cimientos…

Marzo, tiempo en que los primeros brotes de lo que será la floración de Mayo se dejan ver. ¿Y nosotros, cuándo floreceremos? Nos empeñamos en sembrar y regar, pero cuándo lo plantado tendrá madurez para reproducirse y sobre todo, permanecer.

Los proyectos, los planes y hasta las promesas, son propuestas en nuestras mentes y expresadas en voz alta, por escrito o como quiera que las hayamos compartido, para luego hacer honor a nuestra palabra y cumplirla. No que todo salga tal cual lo pensamos, pero si que nuestra dedicación y enfoque sea tanto como estamos dispuestos a entregarnos por ello.

Si este 2020, que suena tan cool pronunciarlo en dos sílabas, seguimos en el mismo patrón de flojera, dejadez y conformismo, terminaremos los 365 días que nos trajo, excusándonos para hacer algo en el 2021, pero como ese es un número impar y ya la década arrancó, capaz y dejamos para el después de siempre, lo que alguna vez pensamos o quisimos hacer. Excusas.

La semilla no tiene sentido que germine, si no llega a florecer. Las promesas no son dignas de confianza (ni nosotros tampoco), si no vamos a por lograrlas. Al margen del resultado, vale la dedicación.

Nadie llega al final de la marathon sin haber comenzado a dar los pasos y correr lo necesario. Aún para los que llegan en el,último puedo, l camino fue algo que tuvieron que recorrer.

Marzo nos visita, llega nuevamente, con su semblante impar, con treinta y un dias para desempacar nuestras ganas y transformarlas en hechos, con retos que solo podremos llevar a cabo nosotros en nuestras propias vidas. Es decir, Marzo me recuerda que me ocupé de lo que está pendiente en mí, más que lo que otro tenga pendiente.

Retoños de Marzo

Gracias por detenerte aquí Marzo, y pasar sobre mis limitaciones ante los impares, por darme este recordatorio y permitir que lo comparta.

Marzo 02, 3:31 pm

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