A veces la realidad de las cosas, pueden estar mucho más allá de lo que nosotros alcanzamos a ver.
Podemos alzar nuestra mirada y es probable que lo único que alcancemos a ver sea un color gris si es tiempo de lluvia o hasta con el mismo resplandor del sol, puede que todo se vuelva como transparente.
Pero… el color del cielo puede estar escondido a nuestros ojos en algún momento, y no por eso deja de tenerlo.
No todo será, como lo veamos alguna vez, hay algo más fuera de nuestro limitado horizonte. No siempre es nuestra razón la que debe prevalecer.
Algo de esto he escrito hoy, imaginar lo que vemos más allá de donde el horizonte nos deja. Un abrazo.
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Estábamos en la misma sintonía entonces. Que bueno!
Un abrazote
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Gracias por el reblogueo Martina.
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