
La empatía es algo tan importante en las relaciones, que ante la ausencia de ella, es muy probable que lo que exista, se termine.
Nos es imposible sentir exactamente cómo el otro, pero el interés o disposición que tenemos para entender, nos hará al menos “probarnos sus zapatos”.
Muchas veces escuchamos decir eso de “ponerse en los zapatos del otro”, pero estamos conscientes de que nadie pisa igual, y aún cuando puede ser el mismo número, cuando nos montamos sobre los zapatos o tacones de la otra persona, ahí nos damos cuenta que ciertamente somos diferentes. Pero quien asume el riesgo de estar en otras pisadas o llevar tacones aunque no sean de su uso, decide realmente estar con alguien.
A veces me gusta más quien está dispuesto a “estar descalzo conmigo“, porque así mientras nos desnudamos los pies, también se van cayendo un poco toda esa serie de -trampas- que abundan en las relaciones, para vernos mucho mejor de lo que realmente estamos.
El lugar del otro, siempre va a tener la medida del otro, y quizás para quien no quiere de verdad, le cueste muchísimo encajar en esa horma. Por tanto es mejor no aventurarse sino se está dispuesto realmente, a probar cómo alguien más recorre el camino.
➰Andar descalzo también es un riesgo, hay heridas que pueden estar al dar el primer paso, pero a cara descubierta, muchas veces es mejor la vida.➰
Ya sabes que no te invitaba a “mis zapatos”, para no incomodar con mis cosas, pero también respeto tu temor a cualquier dolor que andar sin calzado te produzca… entonces es preciso entender que la empatía como característica propia del amor, no existe para mí, en tu vida. Eso es un avance.
#paralosquedetestanloszapatosapretados
Volverse empático es algo tan sencillo como parece, pero, al parecer no es así.
Me quedo con esa frase tuya, sabia y milagrosa: “Andar descalzo también es un riesgo, hay heridas que pueden estar al dar el primer paso, pero a cara descubierta, muchas veces es mejor la vida”.
Resulta curioso que hoy, la profesora de mi nieta, en un comunicado-e de despedida, les ha dado varios consejos especiales para la ocasión pero en particular les ha recomendado que se esfuercen en mostrar empatía.
Un abrazo, Awilda, un abrazo de viernes.
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Quiere decir, querido Enrique que el ser humano necesita de eso en sus relaciones. Basta de creernos dueños de la verdad sobre el otro; a veces hay que escucharle y hasta tocarle para entender un poco eso que no comprendemos o ante lo cual nos hacemos indiferentes. Preguntemos ¿cómo estás o qué piensas? Con el deseo real de saber de esa persona.
Un abrazote
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Me encantó!! Existe un universo por descubrir en el ser humano y la empatía es uno de ellos.
Saludos!!
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Ciertamente, ese universo existe y si no nos acercamos al otro, simplemente haremos juicios que estarán muy, muy lejos de lo que ocurre a nuestro humano alrededor.
Un abrazo Andrés.
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Exacto, nos toca aprender y sacar lo mejor de la vida. Un abrazo!!
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En la medida que lo hagamos, nos haremos más conscientes de lo que nos hemos perdido, por quedarnos solo en nosotros mismos.
Un abrazo Andrés!
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Me ha gustado mucho, Awilda. Qué manera tan original e interesante de darle la vuelta e ilustrar el concepto de empatía. ¡A ver cuántos están dispuestos a caminar descalzos con uno…! ¡Un abrazo!
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Esos serían detalles que harían nuestra vida, un canto a la verdad, y en compañía de otro seríamos un coro diciendo que: “me importas”. Y entonces nos quedamos en nuestro propio lado, si acercarnos al otro…
Gracias por tus palabras Jorge. Un abrazote.
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