
Paso a tu lado y te miro, apuntando hacia arriba como llamando la atención. Quisiera tocarte, pero dueles, quizás es más protección que otra cosa.
Como eso que hacemos cuando alguien nos lastima, tal vez surgen espinas que resguardan la herida, o simplemente disimulan el dolor. Pero tú estás erguida, y las espinas parece que no pesan.
Aunque sé, por experiencia que ninguna espina es liviana, al igual que el dolor que pueden producir. Sin embargo, a pesar de todo, el cielo baja y te toca; tu estiras tus puntas y se encuentran.
La belleza del amor, que no sabe de temor, ni siquiera el de ser lastimado… ellas quizás hincan, pero señalan hacia eso tan sublime, que las arropan.
👏👏👏👏😘🤗✨✨
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¡Bellisimo, querida Awilda!
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Gracias querida Marta!
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