
Mantos grises abundan por todos lados, pero si nos atrevemos a mirar un poco más allá es posible encontrar ventanitas de luz.
Las decepciones son algo que tendremos que enfrentar con más frecuencia de la que quisiéramos, pero inevitablemente suceden. Nos decepcionan y nosotros también, decepcionamos (porque no podemos excluirnos de esa realidad).
Si nos quedamos en lo que otros nos hacen, seremos víctimas eternas. Si nos hacemos conscientes de que también lastimamos, pediremos perdón y también estaremos dispuestos a perdonar.
Busquemos la ventanita de luz, por mucho que este gris todo lo que aparentemente vemos.