¿Porqué nos sentimos extraños? 💭😕

Miro por la ventana, porque ya caminar entre la gente no puedo. El virus, el temor, los prejuicios, la incertidumbre, no sé; solo deambulo en lo angosto de mi piso y viene a mi, una incesante pregunta:

—¿Porqué nos sentimos extraños? Y mientras esa pregunta una y otra vez retumba en las paredes de mi mente, afirmaciones retóricas vienen a hacerme despertar mientras mi cabeza sigue pegada al vidrio de la ventana.

Los árboles tienen hojas en todos los lugares, aún en la estación del otoño ellos están cubiertos hasta que se les caen, pero las tuvieron. Escucho a mis pensamientos hacer ruido.

El cielo es azul, y no importa en qué parte del planeta estemos. A veces se teñirá de colores vibrantes si el sol sale o se oculta, pero aún en los peores días fríos se verá un reflejo celeste en algún momento.

Recuerdo caminar entre la gente y ver distintos rostros, diferentes rasgos, sonrisas o lágrimas, pero todos para andar, necesitan piernas y la mayoría las tienen; los mismos brazos, ojos, narices, bocas, orejas; dentro de lo que cabe todos iguales con la misma dotación. Sigue la voz ahí sin callarse.

Historias de la vida que parecen únicas en cada persona, pero con sucesos de amor y desamor generales; sufrimos o padecemos; reímos o nos alegramos por cosas similares. Mis ideas siguen hablando.

Todos buscándose la vida, el sostenimiento de los días, responsabilidades que se asumen o evaden; necesidades que son comunes en cualquier estrato. Los pensamientos van desplegándose uno atrás otro.

Fe que permite adorar, rabia que cuestiona la deidad, indiferencia a conciencia de que exista; todas girando en torno al que realmente Es. Mi grito interno

Entonces vuelve la pregunta: —¿Porqué nos se sentimos tan extraños? ¿Si tenemos todo en común?

➰Nos separan los idiomas, aunque una expresión o una mirada a veces comunica más que mil palabras que hayamos aprendido en un lenguaje u otro y podemos sentir el mensaje de una canción aún sin entender de un todo lo que dice.

➰Nos distancian las posturas, aunque cuando el telón de día baja y estamos solos con nosotros mismos, todo lo que las sostiene puede venirse abajo y al día siguiente buscamos el disfraz de ellas otra vez, y nos las ponemos.

➰Nos alejan las heridas, porque hemos olvidado nuestra gran capacidad para infligirlas también. Usamos nuestra boca para lanzar dardos que cortan en lugar de bendecir y expresar el amor que tenemos dentro; miramos solo lo que es de nuestro interés, y cerramos los,ojos ante la necesidad de alguien, entonces nuestro norte es el destino único y el resto de los puntos cardinales desaparecen. Nuestras manos se aferran a lo que queremos, pero golpeamos, empujamos y soltamos aquello que no se ajusta a nuestras expectativas; lo que podría servir para acariciar tal vez pulla como espina. Oímos nuestra propia melodía, olvidando lo disonante que está puede llegar a ser; haciéndonos sordos a lo que cualquiera que difiera con nosotros pueda decir; somos sonido, acorde, melodía, instrumento, batuta y director; todo a la vez y por supuesto el aplauso nos lo auto regalamos.

Nos hacemos extraños cada vez que pensamos que el otro solo quiere atacarnos, descalificarnos o quitarnos algo que consideramos que es absolutamente nuestro. La idea de compartir, ayudar y mostrar amor desinteresado entonces es imposible.

Han pasado las horas, y sigo aquí pegada a la ventana, viendo como el mundo se para, mientras el tiempo corre y mis pensamientos no cesan. Una pregunta se desliza una vez más por el rincón de mis dudas…

¿Porqué nos somos extraños?

Preguntándole a las hojas.. 🍁 🌳

Cuando las hojas caen… ¿el árbol queda desnudo?

O simplemente deja irse lo que no necesitaba, para dar paso a la vida que sigue moviéndose entre sus ramas?

¿Porqué hay quienes deciden no estar en nuestra vida? ¿Por que simplemente no nos quieren?

O porque tal vez sea necesario, para que podamos recibir a alguien más?

Ningún espacio lleno, puede ser ocupado por nadie más.

(Mi hora de las preguntas)

De que se viste la tristeza?😞

Entre las preguntas que me hago, por supuesto que la tristeza igualmente me traspasa…

Pueden venir, como vienen, muchos pensamientos a mi mente, tratándose de tristeza. Eso me suena a olvidos y desamores, resacas sentimentales y abrazos que no se dieron; indiferencia cruel de esa que mata y un sinfín de rastros grises de heridas que no cerraron.  Pero, siendo más solidaria con mi alrededor, voy caminando y en la vía, veo las prendas… esas con las que se viste la tristeza.


Hurgar entre la basura, 
Cuando no se tiene pan
Es la penas más oscura
Que alguien puede pasar


La tristeza se viste de expectativas insatisfechas, se ajusta la bufanda de la decepción y porta un traje que intimida.

La tristeza se presenta 
Con su cara muy siniestra
Solo conoce por lujo
Eso que estorba y molesta


Y se guinda a su cuello, un collar que adorna lo absurdo, con palabras que recrean el malestar qué hay en el alma.

Cuando no se es escuchado
Cuando sobran las palabras
Cuando eres marginado
Cuando la muerte no calla


Por eso, yendo por el camino… ese de la tristeza, de lo absurdo, de lo muerto, aunque muy lejos se vea… me detengo cuando encuentro ¡el fruto de la belleza! que se asoma por las calles, aún entre tanta tristeza.

Yo la miro y solo pienso: 
Si todo fuera como ella,
Se tocarían con las manos, 
Aún las altas estrellas 
Y se querrían como hermanos
Los que hoy se lanzan piedras.

Anda tristeza… te invito,  a que te vistas como ella.  Vive con una sonrisa, aunque por dentro te duela.

Cuál es el color de la sonrisa? 

Pensando y sientiendo… me hago preguntas…💭❤️

Sonreír tiene el color del sol, cuando amanece cada día, con ganas de conquistar las horas que comienzan. Tiene color a nuevo, a regalo sin abrir.

          
Sonreír tiene el color del Mar y el cielo, que sugieren infinito cuando se se hacen uno en el horizonte. Tiene el color de la libertad, de extender las alas y volar.

         

Sonreír tiene el color de un encuentro, de esos que ocurren cuando estamos desesperados por ver a alguien, y al fin eso ocurre. Tiene el color de un corazón agitado, saltando de emoción, que brinca.

           
Sonreír tiene el color de las flores, cuando llega Mayo y ya se es, primavera. Tiene el color de la belleza, esa que destila por cada rama que regala su belleza.


Sonreír tiene el color de la lluvia, que llega y lo empapa todo, permitiendo la vida. Tiene el color de quien camina despreocupado sin temor a mojarse.

              
Sonreír tiene el color de la certeza, esa que se cuela por el corazón, cuando podemos creer en el sentimiento de alguien. Tiene el color del amor, el que es más de lo que imaginamos, el mismo que no termina.

               
Sonreír tiene el color de la bienvenida, de un abrazo, de un : -Hola, te esperaba! Tiene el color de la compañía grata de quien late con nosotros.

       
Sonreír tiene el color brisa, que levanta falsas y alborota cabellos, cuando vamos a donde queremos. Tiene el color de las huellas que se dejan en el camino que al sentimiento conducen.


La sonrisa tiene el color del encanto , de la satisfacción, del buen recuerdo, del «no de que» que crea música en nuestro interior, de los sueños que no se exponen al filtro de lo tangible. Sonreír tiene el color exacto que puedo ver, cuando cierro mis ojos, pienso en ti, y te veo.