
Debemos sentir vergüenza, si vergüenza…
Por no atrevernos a vivir cuando pudimos
Y haber dejado pasar lo que había dentro,
Por llamar bella a las flores, sin detenernos
Y darnos miedo el aspirar de su perfume.
Pena, tan solo pena, de aquel que no hizo
Por estar sumergido en la indecisión,
Y alzar la bandera del temor que habita,
Que no se va, y que amarra todo lo bello
Hasta asfixiarlo y convertirlo en una crónica.
Risa, habría que reírse del que es ciego,
Por buscar lo que se ha ido de sus manos
Y ni siquiera saber que lo ha perdido,
La carcajada sería la mejor forma de herir
A quien ha hecho derramar siempre, lágrimas.
Distancia, tomarla es un acierto, sí, distancia
Porque a kilómetros quizás, el amor duele menos
Y no saberse ahí, sea la venganza del temor,
La carrera puede cansar a quien no llega
Pero puede aliviar al que está lejos.
Sólo, se queda solo quien andaba en compañía
Por no estar nunca de verdad consigo mismo,
Y adornar o maquillar sus propios miedos
La soledad explotará en la mentira, frágil
De quien no supo estar, con quien le amaba.
Palabras que solo enuncian lo que callo,
Porque decirlo puede costar quizás, lo que no tengo.