Entre un atardecer y un amanecer…

El atardecer del jueves pasado, fue simplemente ¡increíble! Sus colores, la sensación de la brisa, el mar y su orilla donde me senté a oír hablar a mi corazón… me hace que no me escape, y aquí lo venga a contar.

El mejor de los testigos y más fiel de los confidentes, entre ola y ola me dejaba ahí estar….

Una estela naranja, que a su despedida el sol, no dudaba en dejar.

La tarde se despidió de entre susurros y cantos y mi corazón llamando a quien me hace sentir, pensar, vibrar…
Terminando en un abrazo, grande y sentido para dar.

¿Y hoy?

-¿Hoy?… ¡hoy amaneció ¡genial!
Los fantásticos colores del sol se hacían notar, aún sin salir por completo de su escondite a brillar.

Fue algo bello y espectacular.  Sus rayos de iban mostrando… era como un despertar y mis sentidos dispuestos  a quererlo observar… lo hicieron y por completo, me lo pude disfrutar.

En la medida que iba subiendo, todo iba despertando, era así la bienvenida que el Sol nos estaba dando. Así que retribuyéndole de una manera especial, quise tomar esta foto y su gloria registrar.

Octubre, atardeceres y amaneceres que me han hecho sentir y pensar y por supuesto en honor a lo que siento, aquí en lo más interno, a tí, poderlo expresar.

Estás en cada día que tengo la oportunidad de ver, en ese sol que recibo y que se va, en el aire que en tu nombre me roza al pasar… y en todo, en todo eso en lo que me haces pensar. ❤️