Amor que florece y se marchita… flor 🌷

Como amor que me seduce cuando paso, y no dejo de mirarte aunque quiera.

Tus colores me acarician como abrazos, olvidarme ya de ti, no creo que pueda.

En tus surcos se han quedado mis deseos, como gota que se absorbe en tierra seca,

Tu fragancia llega a mi, mientras te veo, y tu aroma me perfuma hasta las penas

No conozco ya la forma de olvidarte, en tus pétalos se descubren mis secretos,

Y respiro por las ganas de mirarte, tus deseos para mi, son fiel decreto.

Si un día por mi camino ya no te hallare, de dolor se llenará mi alma triste

Y sabré que ya no tendrá sentido mi viaje, que todo se marchitará porque te fuiste.

➰➰Hay quien con solo pasar por nuestra vida, nos deja anhelándole, para siempre➰➰

El tobogán de la vida… diversión 🎢🎡

La vida es como un tobogán, subimos y mientras lo hacemos nos imaginamos como serán las emociones que sentiremos al deslizarnos.

A veces cuesta subir más que otras. El temor casi nos paraliza cuando somos pequeños y la escalera que conduce hacia la aventura nos parece simplemente el Himalaya. Hasta que rompemos la barrera y subimos.

Cuando nos colocamos en el punto más alto, nos creemos los dueños del mundo. «Nadie ha llegado tan alto como nosotros » nos repetimos. Y se nos hace pequeño e insignificante todo aquel que no ha podido llegar al lugar donde estamos.

Luego viene el dejarnos llevar y lanzarnos a la aventura. ¿Cuánto tiempo dura eso? Tal vez unos breves segundos, ante muchas horas quizás de haber luchado para poder hacer esa hazaña

Es rico y la emoción sube, mientras vamos bajando y somos capaces de preguntarnos ¿Como pudimos estar tanto tiempo privándonos de esa diversión? Hasta que… tocamos suelo.

Algunas veces, sobre todo en las primeras, no calculamos bien y terminamos estrellándonos literalmente contra el suelo o la grama en el mejor de los casos. Cuando corremos con menos suerte, el suelo es de cemento rústico y terminamos hasta con las rodillas raspadas y llorando.

Así es la vida… a veces anhelamos tanto algo, y queremos remontar cualquier obstáculo, vencemos los miedos y subimos casi que al límite de lo que podemos soportar. Pero lo hacemos, aún sabiendo que corremos riesgo.

Vivimos ese momento, y al experimentarlo nos damos cuenta de que era más breve y menos intenso de lo que esperábamos. Y sobre todo, que más temprano que tarde comenzamos a bajar de la cima de esa emoción, a nuestra propia realidad que se mantiene igual, como esperándonos para hacernos sentir peor.

Algunas veces se termina bien y en paz, producto de lo rutinario que se volvió subir y lanzarse otra vez en lo mismo. Pero en otras ocasiones la bajada se hace de la forma más despectiva y traumática, quedándonos heridos y demandantes de algo más, que no terminamos de alcanzar.

Debemos estas conscientes de que los toboganes, como todo aquello que buscamos por diversión, son para un momento específico, un rato que ya pasa, una simple etapa del camino que es transitoria.

Las personas son otra cosa.

Somos seres humanos sensibles, vulnerables y cuyas emociones propias a veces nos juegan malas pasadas al ser tan intensas.

Entonces, solo queda recomendarte algo… cuando te quieras divertir, sube al tobogán hasta que te canses, o quizás a una montaña rusa si eres más grande; vete al cine, practica el deporte que más te guste, si eres digital, aplica a los video juegos… pero por favor, nunca, nunca, nunca busques saciar tu sed de diversión con las personas.

Puede que alguna o muchas te parezcan divertidas, que te sientas a gusto y ese sea el motivo de querer estar ahí de cualquier forma, pero no olvides que los seres humanos no poseemos un botón de «ON» para encender la diversión de acuerdo a la demanda de esta que tengas en algún momento.

Los humanos somos complicados, y puede que tristemente confundamos diversión con real interés, o «un rato» con un «para siempre» y las heridas que dejan estas percepciones equivocadas, se vuelven profundas e indelebles

Así que ya sabes… por favor, si sólo quieres jugar, abundan juegos de mesa de todo tipo, pasatiempos escritos o digitales y un sinfín de opciones para matar el ocio, divirtiéndote. Las personas no son para eso, recuérdalo. ➰Por favor➰.

Enero 30, 10:50 am

Enero… tormenta y calma

Y después de una noche de gran lluvia, de esas en las que parece que el cielo se rompiera en mil pedazos y sus compuertas ya no fueran contenidas… hoy amanece con tranquilidad y luz.

No dejo de pensar que de igual manera nos ocurre a nosotros. Hay ocasiones en que lloramos y lo hacemos «a quema ropa» y se desgarran nuestras más profundas emociones. Nos quebramos como si ya no hubiera forma de recomponernos.

Confieso que no me gustan los truenos, pero también he entendido que es el lenguaje del cielo. Llueve tranquilamente como en una especie de siseo continuo, apacible y calmado; otras veces ruge con fuerza y sus gotas son como latigazos en tumultos.

Pero cuando el cielo se llueve de esa forma, luego queda una especie de limpieza en el ambiente, una calma como si nada ha pasado; sin embargo sin han caído de forma torrenciales sus vientos, aunque haya acabado la lluvia el desastre queda a su paso.

A veces también nos ocurre así, y decimos cosas muy duras o feas en medio de una discusión acalorada y las palabras son como crueles espadas que golpean o látigos que asfixian al que las oye.

Luego quizás llega la calma, pero las heridas quedan y eso es inevitable; algunas veces sin posibilidad de sanidad a corto plazo.

No somos tormentas para caer encima de quien sea de la peor manera y luego esperar que todo esté como si nada.

La ausencia de la lluvia seca la tierra; la ausencia de amor seca el corazón.

El estruendo, los rayos y los vientos fuertes traen desastres naturales, las palabras hirientes y las acciones de olvido crean distancias que destrozan el alma.

Por eso, no nos excusemos en que «somos así» y punto. La tempestad no caerá por siempre y luego habrá que arreglar lo desecho. La rabia también pasará, pero sus efectos nos cobrarán con fuerza y no podremos evadir las consecuencias de palabras y acciones fuera de lugar.

Enero, agradezco hoy que amanezcas bonito, que tengas la piel tan suave y dura a la vez, que puedes soportar los embates de la tempestad y luego secar tu pelo, sacudirte del dolor de la tormenta y salir con el mejor traje de la sonrisa a disfrutar el día, como si nada.

Los humanos somos más débiles y complicados, Enero. Las palabras nos lastiman y los olvidos no dejan huecos tan profundos que casi son imposibles de llenar.

Te veo… y hay esperanza para lo que de repente uno cree que está perdido, y ya eso es un regalo.

Enero 27; 7:58 am

Rosa… en cinco pasos 🌷

Bella y suave,

Pero no menos fuerte.

Buscando mirar

Lo que no hace daño.

En silencio

Guarda callada lo que siente.

Libertad y luz

Hasta que la corten o se seque.

Vida rosada

Color tenia de un corazón que vibra.

➰➰Rosa en cinco pasos, viva y parada ante la vida, con pétalos suaves y fortaleza por dentro. Como todos aquellos que nos hemos sentido pequeños ante las circunstancias, y aún así… seguimos➰➰.

Las ventanas de Enero… ⛈⛅️

Hay días que comienzan con ventanas azules por donde asomarnos y es un deleite poder hacerlo.

Pero de la misma manera no podemos perder la capacidad de deleitarnos si la ventana se oscurece y casi no podemos ver.

Es fácil sonreír mientras todo va bien, cuando el dinero alcanza y estás con la persona que realmente amas.

Sin embargo, sonreímos mejor cuando entendemos que nuestra alegría o gozo no está en aquel o aquello que está afuera, en lo que tenemos o por el amor que alguien nos tenga .

Sonreír o estar en paz, aún con las situaciones bien difíciles, es el gran reto que quisiéramos alcanzar.

Hay días con ventanas azules o grises y hay otros en los que ni siquiera ventana ahí. En todos debemos vivir, porque es el verdadero sentido de estar sobre esta tierra.

Enero 26: 1:02 pm

Enero visto desde adentro… desde afuera

El día se presiente allá fuera. El sonido de los que quieren hacer todo en fin de semana, porque el trabajo no les deja para más, ya se siente.

Es complejo afinar el ojo, cuando está todo empañado y siguen los barrotes haciendo lo suyo, pero se consigue.

El sol calentará y lo que está solo en presentimiento, se podrá observar. El calor puede derretir a la sombra más fría, como palabras que penetran al oído más indiferente.

Los paisajes podrán ser los mismos mientras no nos movamos de lugar, pero hay cosas diferentes que se presentan cada vez que realmente los vemos.

A veces ni siquiera se trata de colores llamativos, ni lugares exóticos, sino más bien de cómo estemos nosotros, los que vemos.

Enero avanza, tal como lo ha hecho hasta ahora, y le envidio… no le asustan los finales.

—¿Acaso será porque está seguro del regreso, o porque simplemente no le importa quemar las naves y lo que pase?

Los ruidos siguen… hay quien está «tumbando» su piso literalmente para hacerlo más moderno, más valioso, más bonito; con ánimos de mejorar su paisaje y contar más por él, llegado el caso.

Mientras el canto de los pájaros compite con el ruido de los múltiples aviones que pasan a cada rato. Hay que afinar el oído para preferir oír lo primero y descartar lo segundo.

Enero se detiene un poco a verme… mira mi escrito de esta mañana y sabe que el móvil y su WhatsApp’s desvían de vez en cuando la primicia de esta ventana, pero a veces es así y hay quienes nos despiertan primero. El lo entiende y lo acepta, de todas maneras nadie le quita su lugar en mi apreciación.

Hay interrupciones que valen la pena, porque nos libran de lo borroso y de las rejas, y son el trampolín a la libertad de observar sin que haya nada que lo impida.

Cuando se está afuera, se tiende a olvidar las limitaciones de estar dentro, entonces el camino fluye y el paisaje se vuelve nuevo a nuestra espera.

Otro avión pasa y solo las nubes le abrazan, ya no le miro desde la sombra, ahora el se mueve y yo también, aunque a velocidades distintas.

Enero, hoy todo es distinto, así lo están proclamando las horas que han pasado hasta ahora. Yo simplemente voy a descubrirlas.

Sábado 25; 8:42 am

Apagados o encendidos …💡😳

Hay dos formas de andar por la vida. Apagados o encendidos.

Apagados, somos uno más del montón y nos confundimos con la nada,

Todo tiene más claridad y brillo que nosotros, nuestra fuerza está quebrada.

No existen planes ni promesas, estamos como dormidos

Nada nos inspira o nos llena, nuestra alegría se ha ido.

Apagados, sin vida, cerrados… nuestros sentidos se mueren

La vida corre y no la vemos, nuestro deseo de seguir se pierde.

Pero si nos encendemos, si nos damos el permiso

No habrá quien no nos vea, o quien haga caso omiso.

Encendidos despertamos, resaltamos ante los que nos rodea

Ya no somos barcos a la deriva, llevados por la marea.

Encender es alumbrar, y todo lo que no era visible, se verá

La luz hace la diferencia, aunque le rodee la oscuridad.

Encender es querer deja atrás lo muerto, lo que ya no suma

Es disponerse a mirar, a seguir el recorrido ya sin brumas.

➰No se está encendido para siempre, en algún momento ya se apagará

Pero hacerlo en el momento preciso es sabio, cuando haya suficiente claridad.

Apagarnos para recargar las fuerzas, llevará a encender con mayor intensidad

Hacerlo para quedarse en el lamento, es olvidarse de toda oportunidad.

➰➰vivamos con un corazón encendido, y seremos un reflejo que otros vean aún en medio de cualquier oscuro túnel. Apagarnos ya vendrá de forma natural, cuando nuestro días lleguen a su final ➰➰

Enero… sensaciones bipolares 😊😞

Hoy el día está claro,

Como los pensamientos cuando todo sale de acuerdo a lo que esperábamos.

Hay pájaros revoloteando por doquier, alegrando al día con su canto, ese mismo que no se calla aún en los días de frío extremo y ausencia de sol.

El cielo se despeja con la misma facilidad con la que se nubla.

Del mismo modo ocurre con nosotros y lo que reflejan nuestras actitudes emocionales. De pronto parecemos estar en la cúspide de la montaña, sintiendo el sol rozarnos la piel con sus rayos, riéndonos de todo el camino que hemos dejado atrás en la subida, creyéndonos los dueños del mundo porque le miramos desde arriba.

Y también ocurre que nos hundimos en el más profundo de los charcos. No vemos por donde caminamos y tropezamos lastimándonos, miramos la cima de la montaña y se convierte en un imposible más para nuestros débiles pasos, vemos al mundo desde abajo sintiendo que nos aplasta.

Sensaciones bipolares que nos ahogan, y si nos descuidamos socavan las bases de nuestro propio ser.

El cielo cambia de aspecto y se vuelve claro u oscuro… pero sigue siendo cielo. La expansión más grande que podemos ver y confirmar en este globo azul. El no deja de ser quien es, a pesar de que el tiempo cambie, no deja de ser el lugar de los astros, tanto el del día como la de la noche. Es el firmamento, y su nombre como la propia raíz de esa palabra lo indica, es «firme».

Aprendiendo un poco del cielo que veo, entonces puede decirse que nuestras circunstancias también variarán. De pronto tendremos el sol pegando sobre nosotros y nos sentiremos a gusto o no, pero también habrán días de escasa luz, en las que no podemos saber qué hay en el paso siguiente.

El detalle consiste entonces en saber ¿quiénes somos? y mantenernos allí. Sino, seremos veletas emocionales, inestables bipolares que espantaran a cualquiera que se acerque con intención de amarnos, de cuidarnos, de aceptarnos.

No estamos llamados a ser marionetas de nuestras percepciones, porque estas pueden ser erradas. A pesar de la niebla que trae sobre nosotros el ser volteados por una emoción fuerte, tenemos la opción de detenernos a pensar que eso puede cambiar y que nosotros somos un elemento importante en todo eso. Quizás no lo que lo determine por completo, pero si tenemos un papel que jugar en cómo nos afecta cada cosa.

Si todo lo que en nosotros se mueve, va solo en función de las circunstancias, viviremos con terremotos constantes en lo que pensamos sobre nuestra propia persona . Unas veces nos creeremos dignos de todo lo bueno y otros nos sentiremos al nivel de los insectos que se arrastran, y ese vaivén no nos hace bien.

Contemplo Enero, y él como el cielo ha aprendido la lección. Habrá quien quiera que sus diss pasen rápido y también quien desee que no se vaya; pero él sigue siendo lo que es, un mes de 31 días, el primero del año, el que va lento para muchos y en el que se pagan los desafueros de las fiestas en el mes anterior. ¿Pero eso le cambia? ¡No! Como el cielo, sigue siendo Enero, ni más, ni menos.

Todos somos seres emocionales con espacio para la alegría y la tristeza, para el amor y el odio, para el hacer mucho y no hacer nada; sin embargo vivir en el extremo de cada cosa «haciendo picos» de ellas, no puede desequilibrar, porque se pierda la real esencia de cada cosa.

Por tanto, como el día de hoy que tiene posibilidades de nublarse luego, hagamos como el cielo, que se conserva azul, allá, al fondo, donde quizás nuestros ojos no alcancen a ver.

Asi nuestro interior, a pesar de las luces que nos encandilen, de los aplausos o adulaciones que recibamos; de los desprecios y olvidos que nos lastiman… seamos lo que somos. Seres humanos, con valor propio, con virtudes y errores que deben servir para revisarnos y mejorar, con ilusiones y esperanzas no vanas, sino ancladas en el esfuerzo que estemos dispuesto a entregar para conseguir alguna buena causa. Conscientes de que podemos errar y corregir y acertar y celebrar.

Enero sonríe ante el azul, sabiendo que durará poco; pero sobre todo sabiendo que durará lo necesario para no olvidar el cielo que se esconderá en otro momento.

Tu y yo, somos lo que somos y olvidarnos de ello y querer sustituirlo por algo más, nos hace daño; como una peonza que gira sin tener reposo o descanso en su propio centro.

Solo tenemos equilibrio, cuando hemos descubierto realmente quienes somos.

Enero 24; 9:23 am

Función, espectáculo, maravilla… sin precio 🥀

¡Espectáculo vivo!

Tierra que germina en cada poro, señales de maravilla que no se acaban, mientras dura un pétalo que no ha muerto.

¡Aplauso inevitable!

Majestad que no parpadea, pistilos largos como señales, Milagros que excitan la mirada de quien disfruta el observarla.

¡Ovación merecida!

Sencillez abismal que sorprende, con perfección que refleja a quien la hizo, fragilidad y fortaleza en un mismo espacio; belleza que no puede calcularse.

➰➰Quien puede asistir a una función como esta, y ser testigo de tan bella maravilla, mirará con ojos de grandeza; y cualquier otro detalle será pequeño, por el solo hecho de empeñarse en tener precio y ser construido por el humano➰➰

#LoQueMeDiceUnaFoto

Otro día de enero… igual u diferente para todos ⛅️🌍

El nuevo día llega.

Aunque a veces no lo creamos, aunque nos resistamos queriendo vivir otra vez lo que ya pasó, el nuevo día llega.

El sol corona la copa de Los árboles, con rayos de vida y Enero sonríe sacudiendo lo helado de sus días. Es posible, siempre hay posibilidad mientras se cuente otro día…

El cielo insiste en dejar verse, para que no tengamos duda que a pesar de que muchas veces está nublado, él sigue estando ahí, al otro lado de la niebla.

La ciudad se mueve, hace rato ya ha estirado sus tentáculos y ahora impulsa a cada uno a tomar las filas de sus afanes. El humano se deja convencer y corre; corre tras todo aquello que cree que le llena, y por unos pocos minutos lo consigue, luego el vacío vuelve a aparecer y el espiral de la búsqueda de satisfacción, no acaba.

Lo que comienza despejado, se convulsiona entre nubes. Nada se queda quieto. Mientras el sonido de los autos y el transporte público hace confirmación del agite del día.

Los horarios se cumplen, las actividades se logran y con eso muchos sienten que han «ponchado» la tarjeta de control que certifica que están vivos. «Puedo hacer» y más aún «puedo tener esto» es la realización que la mayoría busca y no descansa hasta encontrarla. Para luego perderla y volverla buscar desesperadamente.

Todo en el ciclo de la carrera… que no para en la búsqueda de lo que se considera hace falta y no se tiene.

Mientras el día en sí mismo, sigue tranquilo. Ha apurado al mundo, pero él está en su ritmo; azul mientras dure, nublado cuando llegue. No se inmuta, no se escandaliza, ni los agites le abrazan, es el día que toca en este Enero y se disfruta.

Y la naturaleza que lo viste, toma la misma actitud. Descansa en lo que es, florece mientras toca y se seca cuando no hay más. Nada de correr tras lo que se gana, los colores no se definen por una cuenta de banco, ni la savia se sus ramas se extingue porque no hayan títulos.

La claridad de los rayos se aprovechan al máximo, para tener el recuerdo y la resistencia en los momentos fríos.

Enero caminas en tu última semana, acaricias con tu mirada los rincones del mundo, donde todos te cuenta. casi igual, con sus variantes en algunos territorios.

Día de conmemoración en algunas partes, días de muchos trabajo y actividad en otros; días de vacaciones y sol, de tranquilidad y hogar, de llegada luego de muchas ausencias. El día es distinto y a la vez igual para todos.

Enero 23; 8:54 am.