Continuamente apuntamos a dar en el blanco…
Y pareciera que eso es mas que suficiente.
Algunas veces no te ha ocurrido que haces todo lo que se esperaba, que llegas al lugar adecuado, que estás con la persona «perfecta» y no termina de hacer <click> en ti, la magia que necesitas para sonreír realmente, desde el alma; así como cuando la satisfacción se sube al techo de nuestro mente y experimentamos un «no se que» que nos hace seguir adelante.🙂
A diferencia de eso, quizás lo que tengamos sea una sonrisa de esas buenas para las fotos, pero que no se parecen a nosotros realmente. 😬
Justamente, cuando damos en el blanco y todos nos aplauden por lo realizado, pero en nosotros mismos no existe satisfacción, debemos detenernos un poco, y contemplar el blanco al que hemos acertado; porque simplemente podemos estar en la cancha equivocada.
De repente es bueno tomar algo de distancia, y ver el panorama en perspectiva.
Situaciones de blancos errados pueden existir muchas y de maneras diferentes en cada una de nuestras vidas…
A veces damos el mejor consejo del mundo, pero la persona hacia quien lo dirigimos no lo pidió, y lo peor, no quiere aceptarlo. Puede que terminemos frustrados con su reacción. Flecha en el centro, blanco errado. 😤
Quizás alguna vez te hiciste ilusión con alguien interpretando señales erradamente, y comenzó a rodar una película romántica en tu mente con dos protagonistas, pero sólo tú actuabas realmente en la obra. El resultado… una desilusión grandísima. Hiciste de todo y no ocurrió nada. Dardo en el centro, blanco errado. 💔
Insistir en sembrar en una tierra que no es nuestra, es empecinarnos en perderlo todo, incluyendo la semilla. Puedes arar, lanzar la semilla, regar y ver crecer con emoción, pero si el dueño de la tierra decide sacarte y levantar muros, lo que quedó en esa tierra jamás será tuyo. Esfuerzo y cansancio sin retribución. Flecha en el centro, blanco errado.😓
Hay un pensamiento recurrente en mi mente con respecto a esto, y es la aterradora situación de estar en el lugar equivocado y con la persona incorrecta, es decir en el sitio donde no te esperan y con alguien que no te ha invitado a compartir su vida o espacio con el. Los blancos errados me asustan, pero no por ello he dejado de echarme mis «pelones» al lanzar la flecha.
Pasemos el escaner y revisemos si lo que hacemos y con quien lo hacemos, en el fondo nos satisface y no por el simple hedonismo de sentir placer individual o egoísta, sino para diagnosticar en nosotros mismos si estamos jugando a que «todo está bien, no pasa nada» y resulta que nuestros dardos están bien lejos del centro donde los queremos.
Apuntar, lanzar y quizás acertar, no siempre lo hacemos a lo que nos puede importar… 💭
¿Hacia dónde apuntas tú?
¿Cuál es tu blanco, cuáles tus flechas?🎯