El vaso vacío…

Nuestra vida o mas en concreto, nuestro ser (nuestro ccorazón) podemos cconsiderarlo como un vaso…

Si está algo lleno o vacío no es mi punto, sino que más bien lo es,  la necesidad que todos tenenos de sentirnos plenos. A diferencia del mar que no se sacia (puede recibir más y más agua), en algún momento buscaremos (y encontraremos) esa mágica sensación de plenitud.

Mientras haya un espacio vacio en el vaso de nuestra alma, vamos a estar indefinida y hasta desesperadamente buscando con que llenarlo. Unas veces acertaremos y gozaremos de plenitud y otras erraremos y el camino hasta alcanzarla hará más largo el camino.

Vale la pena preguntarnos entonces ¿qué buscamos? Si esa fuera nuestra situación. Y si no lo hacemos, si ya no buscamos nada,  también podriamos preguntarnos si es que ya nos hemos acostumbrado a estar incompletos o en el mejor de los casos si estamos total y absolutamente  conformes y hasta plenos.

Las gotas que nos dan plenitud, son aquellas que nos hacen sentir vivos… que nos permiten dibujar sonrisas en nuestro rostro y también ellas mismas resbalan en forma  de alguna  lágrima en  medio de cualquier emocion.

El detalle de nuestro vaso es que si presenta este vacío, más temprano que tarde,  anhelaremos ser llenos.

Revisando el vaso… sintiendo las gotas!

Los imposibles del camino…


Los abismos del camino
Son los imposibles de la vida…

Nadie a dicho que «abrir un nuevo camino» sea fácil, ni que tender un puente sea algo sencillo. La novedad, el atreverse, por lo general crea «escozor mental» en aquellos que tienen por misión (y además les encanta) sepultar los sueños de quienes los tenemos, usando las típicas palabras de su curtido repertorio como son: «estás loco(a)», «ni se te ocurra», «jamás lo lograrás», «ya te veré «,»eso o ese no es para ti « y es  que simplemente esa esa su función en medio del abismo del camino que nos atrevimos a abrir; su papel es ser cuidadores de sepulturas… Y mientras más muertos (los sueños) mejor!

Pararse frente a un abismo, intimida, asusta y nos hace hasta pensar en la «mejor idea» que sería claudicar, desertar, «botar tierrita y no jugar más «; sin embargo cuando por dentro se prende la llama del atrevimiento y decidimos simplemente arriesgarnos y hacerlo… Nada se le compara a ese tipo de coraje, a esa sensación de conquista,  a esas ganas de lograrlo.

♥️No hay camino más complejo que el del Corazón, no hay abismo más grande que el de las dudas.

♥️No hay forma de andarlo mejor que la del Amor, no hay puente como el de la confianza que es segura.

💟💟💟💟💟💟💟💟

Aunque a mis pies se hunda el mundo

Aunque no exista mañana

Siento este amor profundo

Que en mi pecho por ti, clama.


Ya no sé con cuantas curvas

Me ha sorprendido el camino

Y hasta a veces me perturba 

Saber ¿cuál será el destino?


Sin embargo hoy me siento

Justo al aborde del abismo

El puente es mi sentimiento

Y mi amor por ti, es el mismo.

Atrae y mantén…


Muchas veces hemos escuchado eso de que «las apariencias engañan» y por algo ha trascendido ese dicho a lo largo del tiempo.

Y si dicen que las apariencias engañan, es porque hay que reconocer que ciertamente, las apariencias también «atraen» y eso es lo que la mayoría de las veces lleva a un acercamiento.

Lo cumbre de todo esto, es que no importa qué tan Espectacular sea la apariencia, para permanecer ahí, es necesario algo más.

Lo que hace que alguien se mantenga bebiendo es el sabor; 

Lo que permite que alguien se mantenga a nuestro lado (gustosamente) es lo que somos en nuestro interior, aquello que otros reciben cada vez que nos entregamos, que nos exhibimos, que nos expresamos.

Y muchos podrán decir que «bebemos» el líquido más preciado que es el agua, y no sabe a nada… Pero en su caso como el del «ser«, produce una sensación, cubre una necesidad, da plenitud…

Como una abejita que se acerca a una bella flor… Son los que se acercan por una atracción; pero a diferencia de la abeja que al obtener lo que quiere se va; el corazón de aquel que si encuentra lo que quiere, se queda.

No está mal preocuparse de cómo nos vemos, pero es aún mejor ocuparnos en lo que «somos«. 

Rastro en la arena…

Lo que podemos sentir, es el arado más fuerte que abre surcos en la tierra de nuestra alma.  

Tierra que se prepara para ser cosechada o para dejar en el abandono.🌱

En cualquiera de los casos, se consiguen las marcas en el terreno.👣

••••••••

Yo me encuentro con las tuyas, por todos lados. Me siento arena, y tú, la ola que simplemente viene y ya. ❤️

Diferentes pasos… Diferentes huellas!



Así como hay diferentes caminos… Hay diferentes huellas.

En nuestro andar, a veces podemos «pisar» de diferentes maneras; unas en las que seremos suaves y sin profundidad en la que hasta el viento pueda borrar nuestros pasos y otras que tendrán tanto peso que abrirán un sueco en el alma de alguien.

De cualquier manera las dejamos… 

Marcas para algunos,
Con cara de cicatrices,
Recuerdos para otros
De momentos felices.


Y así vamos dejando el rastro de nuestro andar por la vida, a veces sentiremos que hemos ganado y otras que son sólo  causas perdidas.  Pero en todas hemos puesto de nuestra pasión… En menor o mayor intensidad dejan marca en algún corazón.

Hay huellas que son de piedras, pesadas superficiales… Y otras que son como grietas por donde escurren los males.

Es fácil mirar al frente, adonde queremos llegar y a veces no tanto atrás, a lo que queremos olvidar o simplemente borrar.

Lo que sí sabemos, es que de acuerdo al paso que demos, será el rastro que dejaremos.

¿Tú me sigues..?

¿Ves mi rastro?

¿Será que te atraigo…?

O más bien, ¿te espanto?

De todas maneras, aquí están mis huellas

Te dejo mis letras que son como ⭐️estrellas⭐️ 

Para que las tengas y no te olvides de ellas (y por supuesto tampoco de mí)❤️