Este último día del año, nos deja con algo de nostalgia… pero sobre todo con mucha esperanza.
La vida es como un amplio cielo, y nosotros como nubes que al pasar vamos dibujando un hermoso espectáculo en la vida de alguien, y ese alguien especial igual hace con nosotros…
Aún cuando se torna a veces gris y llueve a ráfagas que parecen interminables, al final de nuestro tiempo de aprendizaje, el resto de los colores también se presentan y gratamente nos sorprenden.
Hasta colocarse nuestro cielo a la vista, con los más intensos matices que podemos imaginar…
Vez tras vez, también hay personas que como esas nubes colorean de hermosos matices nuestra existencia
Ese mensaje que llega, esa palabra que hace saltar nuestro corazón… ese «presente» aún cuando hay ausencia de algún tipo, de esa que llaman física, hace que el cielo de nuestra vida, realmente tenga vida.
Este día y su atardecer me dejan como lección que confíe, que todo pasa y los colores siempre aparecen. Solo basta tener el corazón dispuesto a disfrutarlos.
Son las 11:32 pm de este Diciembre 31 que ya languidece… A las nubes de mi cielo, las mayores bendiciones y los mejores deseos cumplidos para este 2017.
Y a ti, mi cielo y nube, lo mejor y mi amor que puede sonarte al «de siempre», pero que tiene colores nuevos como cada atardecer.
Hermoso éste post, abrazos!!!! Feliz Año!!!
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Gracias Daniela. Un abrazo de feliz año
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Gracias, besos!!!
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La mejor despedida del año que se va. Ahora vamos a adornar el que llega. Awilda. Un beso.
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