Febrero rápidamente…

Febrero avanza con una rapidez que asusta..!

Es como un recordatorio que estos que llamamos vida, se va ¡consumiendo, ya!


La belleza de los días es sin igual… como el marco perfecto de una continua despedida… única e inolvidable.

Y todavía, creemos que tenemos tiempo para dejarlo…¡para después!

Si, para después, en el próximo atardecer, en el amanecer de mañana…


¡Cuánta soberbia en nosotros!!!  Los que alguna vez, lo dejamos para después.

Los después están llenos de temores, de argumentos, de delirios vacíos, de excusas sin pie… de máscaras apretadas, de aprobaciones compradas, de obligaciones gastadas.  Después, es el argumento de quien esconde lo que siente hoy, lo disfraza e inevitablemente se lamentarà «después» cuando ya no hay nada que hacer.

Cada espectáculo de Sol y Luna nos dejan en claro que se van cumpliendo los ciclos, que el tic tac eterno avanza, que no hay nada que esperar, porque en el fondo y aunque no lo queremos aceptar; no hay nada que perder, porque nada nos podremos llevar.


-¿Aferrados a qué? Me preguntaba el Sol, a ver si en nombre del género humano, tenía alguna respuesta.

– A nada… a tonterías, a excusas cosidas a nuestra piel, a sin sentidos disfrazados de retóricas elocuentes, a simple miedo a sentir, Sol, es eso, somos un montón de cobardes, que blindamos nuestros sentimientos cubiertos de concreto endeble de papel... porque ante lo que se siente, no hay fuerza que logre eliminarlo de un solo golpe.

– Eres drástica, amiga -me dijo-. Yo admirándole en medio de estas tardes, respire profundo y me quedé en silencio, disfrutandole.


-Hasta la oscuridad tiene su expresión en la noche, continuaba sacándome conversación Sol, aún en sus últimos estertores. -Entonces ¿por qué temer? si tienen la oportunidad que ningún otro ser vivo tiene sobre esta tierra, que es la de expresar hasta audiblemente lo que en su ser sienten?

-Por eso somos «humanos » que rima con «complicados», dije casi sin sonido en mi voz, pero igual alcanzó a oír, y la tarde junto a él.

-Mira por tu retrovisor… dijo la tarde


Yo, simplemente le seguí obediente. Miré por mi retrovisor.

El Sol, ya dejando el día dijo:

-Lo que ves hacia atrás, ya no será más, no se vuelve a repetir… eso ya se consumió, queda solo que aproveches lo que está todavía a tu vista.


Y Luna en ese día, aunque ya no estaba llena, alumbraba con esmero.  Era lo que me esperaba.

Y llego el día de hoy… con tantos pensamientos, como colores había en el Cielo.

-¿Te atreves a dejar lo de ayer, en el retrovisor? Iba preguntando el día 

-Si, las lágrimas de ayer ya se secaron, hoy quisiera una sonrisa.


El día siguió a pasos agigantados, entre unas cosas y otras… y pensamientos que no abandonan.

El atardecer nuevamente hizo su despliegue y yo escuchándole plácidamente me atreví a colgar mis pensamientos en la pared de lo eterno, en cuyas líneas dejo  de lo que pienso y siento, irremediablemente.


Febrero que te vas rápido, como uno de estos atardeceres…


Pero yo, sigo aquí… ya sabes y el Amor me retiene.

Me quedan los porque que Sol me dijo, revoloteando en mis sentidos… ¿ temer a qué?

11 comentarios en “Febrero rápidamente…

Replica a Marta Pinhao Cancelar la respuesta